viernes, 24 de junio de 2011

Bonsai dentro del Zen

Bonsai dentro del Zen

Con mucha frecuencia, al emprender un viaje turístico a algún país exótico, uno se lleva encargos de los amigos y familiares, que si tráeme tal cosa o tal recuerdo.

En esencia, cultivar un bonsai es conseguir por medio de unas reglas y de unas técnicas la reducción del tamaño de un árbol hasta conseguir uno mucho menor en el que tendría en la naturaleza, pero manteniendo el mismo aspecto y proporciones, es algo así como una reducción a escala pero respetando su naturaleza, simplicidad, simetría y armonía. Por tanto, no existen árboles bonsai, sólo existen técnicas para reducirlos, darles forma y alimentarlos.
Ficus benjamina Bonsai

En Oriente, dichas técnicas se rigen por una serie de reglas basada en las matemáticas y en la filosofía budista Zen que impregna toda la vida de los países orientales, siendo una forma de vivir y pensar, su religión, su camino para alcanzar lo que ellos denominan "DO".

En este contexto, el bonsai es un objeto religioso. Su contemplación es un verdadero ejercicio de meditación y sus reglas son oscurantistas, sólo se trasmiten de padres a hijos y muy pocos comprenden que esta filosofía, tan alejada, ajena y distinta a nuestra manera de pensar occidental, convierten al bonsai en algo distinto.

Para los orientales un bonsai es un camino, vía o senda, mediante el cuál, a través de su contemplación y meditación se llega a la relajación, descanso y equilibrio mental para alcanzar al SER SUPREMO y el origen de uno mismo. De acuerdo a las creencias de esta filosofía, sus disciplinas y técnicas hacen que el hombre retorne a la verdadera dimensión del ser humano.
Exposición de Bonsai
Dejando a un lado esta filosofía ajena y lejana a nosotros, lo que es cierto es que trabajando y amando el bonsai nos iremos llenando, sin darnos cuenta, de unas virtudes casi perdidas.
  • PACIENCIA
  • HUMILDAD
  • DISCIPLINA
  • OBSERVACIÓN
  • MEDITACIÓN
  • ESTUDIO
  • RESPETO A LA NATURALEZA
  • RESPETO A NOSOTROS MISMOS Y A LOS DEMÁS
Todas estas virtudes se resumen en tres palabras japonesas, de muy difícil traducción, ya que más que palabras son ideas o formas del pensamiento y esto no es fácilmente traducible a nuestra cultura occidental, pero que los que amamos el bonsai acabamos sintiendo con el paso del tiempo. Estas palabras son:
  • WABI
  • SABI
  • SHIBUI
Zen es nuestro pensamiento cotidiano
CHAO-CHOU

Artículo enviado por J. Carlos de la Concha.


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