Durante los últimos años el suiseki ha comenzado a despertar un creciente interés tanto entre los aficionados al bonsái como entre el público en general, existiendo incluso "coleccionistas de piedras" que no se interesan por el bonsái. El suiseki ya no es un mero complemento del árbol, que también, sino que está adquiriendo protagonismo por sí mismo; ya no es el hermano menor del bonsái, sino que se codea con él luchando por encontrar su propio espacio.
El presente artículo no pretende otra cosa que servir de ayuda para todo aquel que desee acercarse a este fascinante mundo, tratando de guiarle en la correcta clasificación de cualquier piedra que pueda despertar su interés. De este modo, aparte de encuadrar cada suiseki en su categoría correcta, también se pretende proporcionar una idea clara de las formas más valoradas. La clasificación que aquí proponemos se ajusta en buena medida a la propuesta por la ESA (European Suiseki Asociation), con alguna salvdedad que en su momento comentaremos.
CLASIFICACIÓN:
1) PIEDRAS PAISAJE.
En Japón sólo este tipo de piedras son consideradas como verdaderos suisekis. Sin embargo, contrariamente a lo que sucede con el mundo del bonsái, en la clasificación de los suisekis Europa sigue más la pauta propuesta por China, Taiwán y Corea.
1.1.- Montaña lejana.
Su forma debe de recordarnos a la de una montaña vista desde la lejanía, en el horizonte. Las formas deben de ser suaves, sin detalles en el relieve que nos hagan perder la impresión de estar contemplando un paisaje a gran distancia. Por lo general es el tipo de suiseki más valorado y, de existir un buen ejemplar, suele ser el ganador en la mayoría de los concursos. Se le considera el paradigma en el mundo del suiseki.
1.2.- Montaña cercana.
En este caso se trataría de una montaña vista desde una posición más cercana. Es por ello que se deben de observar irregularidades en su relieve que nos recuerden a barrancos, peñascos aislados, senderos, riscos, etc.
1.3.- Montaña aislada en una llanura.
Se divide en:
1.3.1.- Formación montañosa en forma de pan de azúcar.
Tiene forma de cordillera montañosa en la que se elevan varios picos con formas más o menos redondeadas (recordemos el Pan de Azúcar brasileño).
1.3.2.- Formación montañosa con forma plana.
Se trata de la típica formación montañosa cuyos picos terminan todos a la misma altura y de forma plana. Para que nos entendamos vendría a ser una especie de representación de un paisaje semejante al del Gran Cañón del Colorado, habitual en las películas del Oeste. A pesar de que este tipo de suiseki está incluido dentro de la categoría de las piedras paisaje, en Japón no son tenidas en consideración por el simple hecho de no existir allí paisajes semejantes. Hace unos años Arishingue Matsuura (presidente de la Nipon Suiseki Asociation) vino a Europa con motivo de la celebración del Congreso Europeo del Bonsái y Suiseki y se negó a juzgar este tipo de piedras por lo anteriormente comentado.
1.4.- Montaña con hielo y nieve.
Suele tratarse de piedras montaña de tonalidades oscuras en las que aparecen zonas blancas que nos recuerdan a cumbres cubiertas de nieve o bien a glaciares situados a media ladera.
1.5.- Montaña con lagos.
Se trata de piedras con forma de montaña en las que aparecen oquedades o depresiones susceptibles de ser consideradas como lagos de montaña. Deben de poder mantener, sin verterla, el agua que se pueda llegar a depositar o, al menos, dar la impresión de que pueda hacerlo.
1.6.- Montaña con arroyo.
Suelen ser de tonalidades oscuras, surcadas por algún hilillo blanquecino que nos recuerde a un río o arroyo de montaña.
1.7.- Piedras cascada.
Se dividen en:
1.7.1.- Piedras con cascada en forma de hilo.
La cascada está formada, como su nombre indica, por un fino hilillo de color blanco.
1.7.2.- Piedras con cascada en forma de lámina.
La cascada ocupa una banda más ancha que en el caso anterior.
1.7.3.- Piedra con cascada seca.
No aparece la representación gráfica del agua en forma de una veta más clara pero, sin embargo, son piedras que por sí solas nos sugieren un torrente o cascada secos, como los que existen en la propia Naturaleza y que tienen un cauce de agua discontinuo a lo largo del año, con épocas en las que se secan totalmente.
1.8.- Piedras plataforma.
Se trata de piedras que nos recuerdan a regiones en las que el suelo está dispuesto en terrazas. Las terrazas deben de ser lo más planas posible. Asimismo han de ser, idealmente, todas desiguales.
1.9.- Piedras pendiente.
En la misma piedra aparecen representados un monte y una llanura. El monte debe de tener una suave pendiente que se dirija hacia parte llana de la piedra. La parte que representa al monte debería de ocupar 1/3 de la longitud total y los 2/3 restantes sería deseable que estuviesen ocupados por la zona llana.
1.10.- Piedra playa.
Hay dos tipos:
1.10.1.- Piedras banco de escollos.
Representan una playa abrupta, rocosa, con escollos, como su mismo nombre indica.
1.10.2.- Piedras cinta de arena.
Debe de recordar a una playa de arena.
1.11.- Piedra roca costera.
Su nombre puede inducir a error ya que no se trata de rocas de origen costero, recogidas en la costa, sino de piedras que tiene formas que nos recuerdan a acantilados costeros, aunque puedan proceder de otras zonas geográficas.
1.12.- Piedras isla.
Suelen tener forma de montaña con los bordes mucho más irregulares que en la montaña lejana. Así debe de presentar entrantes y salientes que nos recuerden a puntas, a playas, bahías, etc.
1.13.- Piedras gruta.
Son piedras que poseen en su superficie entradas que nos recuerdan a cuevas o grutas.
1.14.- Piedras refugio.
Son piedras que poseen una especie de saliente o voladizo que sugiere un lugar bajo el que una persona o animal podría refugiarse en un día desapacible de tormenta.
1.15.- Piedra túnel.
Son rocas que tienen alguna oquedad que las atraviesa, de modo que se ve la luz a su través. En este detalle se diferencian de las piedras gruta, donde la zona ahuecada no llega a atravesarlas en su totalidad.
1.16.- Piedra lago.
Son piedras en las que existe una concavidad susceptible de ser considerada como un lago, ya que debería de ser capaz de contener agua de serle echada. Puede presentarse de dos maneras: una en la que el lago ocuparía la mayor parte de la piedra y una segunda en la que el lago formaría parte de un paisaje mas amplio y ocuparía una pequeña parte del suiseki.
1.17.- Piedras excavadas.
Están considerados tres tipos diferentes:
1.17.1.- Piedras con acanaladuras.
Se caracterizan porque las excavaciones que aparecen sobre su superficie tienen forma de acanaladuras, casi siempre dispuestas de modo paralelo unas a otras.
1.17.2.- Piedras con cavidad.
Poseen sobre su superficie una o varias cavidades que, por sus características, las hacen diferentes de otros tipos de suisekis (piedras gruta, piedras lago, etc.).
1.17.3.- Piedras con forma de estalactitas o estalagmitas.
Son rocas que, por su forma alargada, nos recuerdan a las estalactitas que penden de los techos de algunas cuevas o a las estalagmitas que se forman en el suelo. Dado que las estalactitas penden del techo y crecen hacia abajo y las estalagmitas lo hacen hacia arriba, existen ocasiones en las que llegan a contactar, formando una estructura única. Sería posible englobar también, dentro de este apartado, a aquellas piedras que se ajustaran a tal formación geológica.
1.18.- Piedra montaña erosionada por el tiempo.
Se trata de una piedra con forma de una vieja montaña erosionada por el paso del tiempo. Su formas serán muy suaves, sin grandes irregularidades. Deberían de ser bastante planas en relación con la longitud y su cumbre será redondeada, nunca aguzada.
1.19.- Piedra con forma de cañón.
Son piedras que por su forma bastante escarpada nos recuerdan a un gran cañón o desfiladero, con las paredes laterales casi verticales. Deberá dar la sensación de grandiosidad, de dominio del paisaje que le rodea.
2) PIEDRAS OBJETO.
Existen los siguientes tipos:
2.1.- Piedras con forma humana.
La forma humana basta con que esté ligeramente esbozada, no es necesario que tenga un grado de definición muy elevado. Tan sólo debe de tener la capacidad de estimular la imaginación del observador aunque, por descontando, cuanto más elaborada sea mayor será el valor del suiseki.
2.2.- Piedras con forma de cabaña.
La forma de la vivienda ha de ser la típica de una cabaña o choza. Sus formas nos deben de sugerir humildad, simplicidad e incluso pobreza. La techumbre de la morada debe de recordar a la típica de paja de este tipo de viviendas. No tendrán valor aquellas piedras que nos puedan recordar a viviendas modernas como casas, edificios o rascacielos. Estas piedras pueden tener un interés particular para el que las encuentra, pero no se agruparían en esta ni en otra tipología de suiseki. No obstante pueden recogerse aunque sólo sea por su interés particular o como rarezas.
2.3.- Piedras con forma de barca.
Como en el caso anterior, debe de recordarnos a una humilde embarcación, a una simple barca de un pobre pescador que diariamente se adentra en el mar para ganarse el sustento. Idealmente debería de tener los extremos más levantados y el interior cóncavo, de modo que se cree el espacio interior en el que irían el navegante y su carga. Tienen también interés aquellas piedras que sólo representen la mitad de la barca (la parte delantera o la trasera) aunque, evidentemente, tienen más valor las que representan a una embarcación completa.
2.4.- Piedras con formas de animales.
Dado que la cantidad de animales es casi infinita, es este un tipo de suiseki muy personal. Realmente casi cualquier piedra puede representar una forma animal, desde un canto rodado que nos representaría a una ameba hasta otras mucho más elaboradas. Sin embargo las más valoradas son las que representan animales domésticos o bien silvestres pero populares. De todos modos si los conocimientos sobre zoología del aficionado son amplios, tendrá mayor facilidad que otra persona para encontrar parecidos a ciertas formas animales. DE todos modos escaparemos de las rarezas. Lo dicho antes: si los animales son muy populares, tanto mejor. Al igual que en el caso de las piedras que representan figuras humanas, basta con que la figura animal esté simplemente esbozada.
3) PIEDRAS CON DIBUJOS EN SU SUPERFICIE.
3.1.- Piedras crisantemo.
Son piedras que poseen en su superficie dibujos de crisantemos, consideradas en Japón como flor nacional. En este tipo de piedras se permite, aunque de modo excepcional, el pulido de la misma para resaltar la flor. De todos modos estas piedras ya no serían suisekis, sino bisekis.
3.2.- Piedras prunus.
La flor de los Prunus es también muy venerada en Japón, donde se la considera como anunciadora de la primavera. Las piedras que presentan dibujos de estas flores en su superficie son también muy valoradas. También pueden ser pulidas para resaltar la flor.
3.3.- Piedras con dibujos de elementos celestes.
Se caracterizan por tener representados en su superficie el Sol, la Luna, las estrellas, etc. Son un tipo de piedras bastante valorado. Si compramos uno de estos suisekis deberíamos de asegurarnos de que no se trata de una imitación pues, por desgracia, son bastante corrientes.
3.4.- Piedras que representan fenómenos atmosféricos.
Como su nombre indica representan fenómenos meteorológicos como relámpagos, lluvia, nieve, etc.
3.5.- Piedras que representan elementos naturales.
En la bibliografía consultada no aparecen este tipo de piedras, pero sí se han visto muchos suisekis en los que se pueden observar este tipo de dibujos, por lo que consideramos una omisión por parte de los autores, el no haberlas tenido en consideración a la hora de elaborar sus clasificaciones. Los dibujos que aparecen en este tipo de piedras representan animales, plantas, paisajes e incluso personas.
4) PIEDRAS COLOREADAS.
Poseen un único color, pero éste es nítido, profundo e intenso. No debe de ser una coloración extravagante y debe de dar sensación de naturalidad. En este tipo de suisekis lo que importa es la belleza del color, no la forma, que llega a ser indiferente.
5) PIEDRAS ABSTRATAS.
En Japón este tipo de piedras no aparecen en ninguna clasificación y no son consideradas como suisekis. Sin embargo en el libro "El arte japonés de contemplar piedras" de Yoshimura y Covello, se hace mención a los siguientes tipos:
5.1.- Piedras con coloraciones particulares.
Valoradas por poseer una bonita y sugerente combinación de colores.
5.2.- Piedra tigre.
Son unos suisekis caracterizados por poseer listas de colores, como la piel del tigre, de ahí su nombre.
5.3.- Piedras con dibujos abstractos de líneas blancas.
Suele tratarse de piedras de tonos oscuros surcadas por líneas blancas que no dibujan cosas concretas. Sin embargo, a veces, estas combinaciones abstractas de líneas blancas son muy sugerentes, siendo esto lo que se valora.
5.4.- Piedras con depresiones sucesivas.
Son rocas que en su superficie presentan un relieve formado por la presencia depresiones sucesivas y continuadas.
En general podemos incluir dentro de este grupo de piedras abstractas a todas aquellas que posean una forma particular que no las hace agrupables en ninguno de los tipos vistos hasta ahora, pero que poseen un algo especial que las hace atractivas por ellas mismas.
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